El exagente del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), Jorge Antonio Sánchez Ortega, fue detenido en Tijuana por su presunta participación en el asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta, candidato presidencial del PRI en 1994. De acuerdo con el Registro Nacional de Detenciones (RND), su captura ocurrió el sábado 8 de noviembre en la colonia Los Reyes, Baja California.
Sánchez Ortega es señalado por la Fiscalía General de la República (FGR) como el presunto responsable del segundo disparo contra Colosio durante el mitin en Lomas Taurinas. Esta es la segunda ocasión en que es asegurado como sospechoso del crimen.
Un detenido desde 1994 regresa al centro del caso Colosio
El 23 de marzo de 1994, minutos después del atentado contra Colosio, Sánchez Ortega fue detenido en el lugar del ataque debido a que presentaba manchas de sangre en su ropa y una prueba de rodizonato que dio positivo a residuos de disparo.
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En aquel momento, la entonces Procuraduría General de la República (PGR) determinó que el responsable del homicidio había sido Mario Aburto Martínez, quien confesó el crimen y fue sentenciado a 45 años de prisión.
Sánchez Ortega fue liberado al día siguiente y el caso se cerró oficialmente con Aburto como único responsable.
No obstante, documentos posteriores y testimonios reavivaron dudas sobre su presencia en la escena y su rol como agente del Cisen. Según registros oficiales, Sánchez Ortega trabajó en el centro de inteligencia desde 1993 y permaneció en el organismo durante 22 años, hasta su retiro en 2015. Nació en 1961 en El Rosario, Sinaloa, y vivió en Tijuana desde 1973.
En enero de 2024, su nombre reapareció cuando un juez federal rechazó una orden de captura solicitada por la FGR. El juez sostuvo que la prueba principal —el testimonio de una mujer— era poco confiable debido a modificaciones hechas 25 años después de los hechos. Aun así, la Fiscalía retomó el caso y hoy cuenta con una nueva orden de aprehensión.
Contexto judicial de Mario Aburto
Durante casi tres décadas, Aburto ha sido el único sentenciado por el asesinato de Colosio. Sin embargo, el caso volvió a la agenda nacional cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) admitió revisar un amparo que impugnaba la sentencia de 45 años impuesta con base en el Código Penal Federal, señalando que en Baja California, donde ocurrió el crimen, la pena máxima era de 30 años.
En octubre de 2024, el Máximo Tribunal decidió que Aburto debía permanecer en prisión.
La FGR ha sostenido que existen elementos para retomar una línea que nunca se agotó: la posible participación de un segundo tirador.
Según el RND, la detención del exagente del Cisen ocurrió entre las calles Carlos y Baltazar, en la colonia Los Reyes de Tijuana, aunque el registro no detalla la hora. Se indica que se cumplió una orden de aprehensión federal.
En documentos históricos se señala que Sánchez Ortega estaba asignado por el Cisen para vigilar el mitin de Colosio en Tijuana debido a su experiencia en manejo de información.
Tras el ataque del 23 de marzo, fue detenido a 15 metros del punto donde cayó herido el candidato; un dictamen de la PGR —publicado por Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad— indica que dio positivo a residuos de plomo y bario “producto de la deflagración de arma de fuego”.
Defensa descarta a Aburto como tirador
La defensa legal de Mario Aburto Martínez aseguró que su representado no ejecutó ninguno de los disparos fatales y sugirió que la responsabilidad podría recaer en Jorge Sánchez Ortega, un exagente del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) que fue detenido en Tijuana el día del magnicidio.
El abogado de Aburto, Jesús González, señaló que la investigación reciente de la Fiscalía General de la República (FGR) corrobora la existencia de dos tiradores en el crimen, y que ninguno de ellos es su cliente.
«La Fiscalía usó toda la investigación, y confirmó que hubo dos tiradores. Ninguno fue Mario Aburto. Pudieron haber sido un sospechoso que fue asesinado, y pudo haber sido Antonio Sánchez, quien está sometido ya al procedimiento para tener más validez de lo que se presume,» explicó González.
La referencia a «Antonio Sánchez» parece aludir al exagente Jorge Sánchez Ortega, cuya participación en el evento ha sido objeto de investigación reciente.
La libertad de Aburto
En otro tema, el abogado Jesús González reiteró que Mario Aburto debió haber sido liberado en marzo de 2024. Esta afirmación se sustenta en la victoria de un amparo que impugnó la ley bajo la cual fue sentenciado.
La defensa argumentó exitosamente que la condena de 40 años impuesta por homicidio calificado se aplicó incorrectamente bajo la ley federal, cuando la normativa aplicable en aquel momento era la ley local de Baja California.
«Mario Aburto debió haber salido porque ganamos el amparo para que se liberara el 24 de marzo del 2024,» afirmó el litigante.
González expresó que, a pesar de los años transcurridos, espera que las nuevas indagatorias logren esclarecer los hechos ocurridos en Lomas Taurinas, Tijuana. «Ha sido una herida abierta de más de 31 años, espero que esta nueva etapa de investigación nos aclare el escenario,» concluyó.
RB
