Este lunes 27 de octubre, más de 200 propietarios y trabajadores de purificadoras de agua en Iztapalapa mantienen un bloqueo en el cruce de Calzada Ermita Iztapalapa y Eje 6 Sur, para exigir la reapertura de pozos que abastecen a pipas utilizadas en el suministro de agua potable en la zona.
La protesta continúa desde el viernes, tras el cierre de al menos 120 tomas de agua en el Estado de México, como parte de un operativo contra el desvío ilegal del recurso. De acuerdo con los manifestantes, esta medida ha paralizado sus operaciones, ya que dependen de piperos que se surten en pozos estatales ante la baja calidad del agua que llega por la red local.
Vecinas de colonias como Segunda Ampliación Santiago, Reforma Política y Santa Bárbara señalaron que el agua que reciben “sale como lodo” o con tonalidades oscuras, lo que obliga a las familias a buscar alternativas para consumo diario. Las purificadoras, explicaron, recurren a pipas con agua de pozos del Estado de México para garantizar un suministro apto para el consumo humano.
“Si cierran los pozos, no hay abasto ni para pipas, ni para purificadoras, ni para el pueblo”, expresó una trabajadora con más de 20 años en el sector. Fernando Nájera, pipero de tercera generación, indicó que el cierre ha detenido por completo la operación de pipas y centros de purificación desde el viernes.
Se estima que más de mil purificadoras en Iztapalapa dependen de este esquema de abastecimiento para surtir a hogares y pequeños comercios. Mientras tanto, los vecinos enfrentan precios elevados en tiendas departamentales o recurren al consumo de bebidas embotelladas, en una zona donde el acceso al agua limpia sigue siendo limitado.