Después de más de dos meses de tratamiento especializado en Estados Unidos, Jazlyn Azulet Carrillo, la niña de 2 años que sobrevivió a la explosión de una pipa de gas en Iztapalapa gracias al sacrificio de su abuela, regresó finalmente a México. Su retorno marca un momento emotivo para su familia y para las miles de personas que siguieron su caso desde que ocurrió el trágico accidente que sacudió a la Ciudad de México en septiembre.
La mañana del 10 de septiembre de 2025, una pipa que transportaba alrededor de 49 mil litros de gas LP explotó bajo el puente de La Concordia, en la alcaldía Iztapalapa. El estallido fue tan fuerte que provocó un incendio de grandes proporciones, afectó a decenas de personas y dejó una estela de destrucción que aún es investigada por las autoridades.
El sacrificio de su abuela
En medio del caos, una historia se volvió símbolo de heroísmo: Alicia Matías Teodoro, la abuela de Jazlyn, utilizó su propio cuerpo para cubrir a la niña durante la explosión, salvando su vida.
Gracias a ese gesto, Jazlyn sobrevivió, aunque con quemaduras en aproximadamente el 25% del cuerpo, principalmente en piernas, manos y cabeza. La abuela, en cambio, sufrió quemaduras críticas en el 90% del cuerpo y falleció días después en el hospital, convirtiéndose en una de las víctimas mortales más recordadas por la opinión pública.
Tras ser estabilizada en el Centro Médico Siglo XXI, la pequeña fue trasladada a Texas con apoyo de la Fundación Michou y Mau, que gestiona la atención de menores con quemaduras graves. En el hospital Shriners de Galveston recibió injertos, curaciones avanzadas y seguimiento especializado, lo que permitió que su evolución fuera calificada como “favorable” por los médicos estadounidenses.
El regreso a México
Este 21 de noviembre, Jazlyn y su madre aterrizaron en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Desde ahí fueron llevadas en ambulancia hasta su hogar, en un operativo coordinado por la Secretaría de Salud capitalina y la fundación que ha acompañado el caso desde el inicio. La niña regresó tranquila, acompañada de su mamá, quien pidió respeto ante el dolor que aún viven como familia por la pérdida de Alicia Matías.
El retorno de Jazlyn no significa el final del tratamiento. De hecho, inicia una nueva etapa de rehabilitación en México, donde deberá continuar terapias físicas, cuidados dermatológicos y revisiones continuas para evitar retracciones y complicaciones asociadas a las quemaduras. La Fundación Michou y Mau confirmó que seguirá apoyando el proceso para asegurar que la niña cuente con atención de largo plazo.
Una esperanza de vida
El caso de Jazlyn ha conmovido profundamente al país, no solo por su supervivencia, sino por el sacrificio de la abuela a la que ahora todos recuerdan como la “abuelita heroína”. Su regreso simboliza la resiliencia en medio de la tragedia y revive el llamado social a reforzar las normas de seguridad en el transporte de sustancias peligrosas dentro de zonas urbanas.
Con su llegada a casa, Jazlyn inicia un camino largo, pero rodeada de cariño y apoyo.
Una historia que México seguirá de cerca.
