Con cohetones y 394 policías que vigilan el templo, los feligreses acuden a la fiesta patronal, donde se espera la asistencia de al menos 200 mil personas.
Desde la noche del domingo y durante la madrugada de este martes, miles de devotos de San Judas Tadeo arribaron al templo de San Hipólito, en la Ciudad de México, para festejar al “Santo de las causas difíciles”.
A pie, en transporte público o incluso en bicicleta, los creyentes llegaron desde distintos puntos de la capital y del Estado de México para agradecer o pedir un milagro. Muchos portaban imágenes del santo, figuras en yeso o se cubrían con la característica túnica verde y blanca.
Las calles cercanas a la iglesia, ubicada en la esquina de Reforma e Hidalgo, permanecieron llenas de peregrinos que rezaban, entonaban cánticos y encendían veladoras. El templo abrió sus puertas durante toda la madrugada para recibirlos.
Ni el cansancio ni el frío fueron obstáculo para los asistentes. Entre ellos, se encontraba Allison, una niña que viajó con su familia desde el oriente de la capital para pedir por la libertad de su hermano, recluido en un penal de la CDMX. “Trajimos flores amarillas para San Juditas, para que nos ayude a que salga pronto”, contó su madre mientras rezaba frente al altar.
Otros fieles acudieron con girasoles, símbolo de esperanza y fe. “Por la salud de mi hija, que no me la quite”, rogó una mujer con voz entrecortada, mientras otra confesó no pedir nada en particular: “Sólo vengo porque aquí siento paz, me desconecto de los problemas de la vida”.
Durante la jornada, se reportaron cohetones, música y alta afluencia en los alrededores del templo. La Secretaría de Seguridad Ciudadana desplegó 394 policías para garantizar la seguridad y agilizar el tránsito vehicular en la zona.
Las autoridades estiman que más de 200 mil personas acudirán a lo largo del día a rendir tributo a San Judas Tadeo, una de las devociones más populares del país.