La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, fue víctima de acoso el pasado martes cuando un hombre desconocido se le acercó durante un recorrido en el Centro Histórico de la Ciudad de México, intentó besarla y le tocó el pecho.
Cabe recordar que la escena, registrada por teléfonos móviles de los asistentes, desató una ola de reacciones políticas y sociales por la falta de respuesta inmediata de su equipo de seguridad.
El incidente terminó cuando Juan José Ramírez Mendoza, titular de la Dirección General de Ayudantía —encargada de la seguridad cercana de la mandataria— intervino para alejar al agresor. Por la noche del mismo día, las autoridades informaron que el individuo, de nombre, Uriel Rivera Martínez, había sido detenido.
El episodio volvió a colocar en el centro del debate la vulnerabilidad de las mujeres en espacios públicos, así como la eficacia de los protocolos de protección hacia la jefa del Ejecutivo federal.
La agresión ocurrió en un contexto de alta sensibilidad por la violencia que enfrentan los funcionarios en actos públicos. Días antes, el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, había reavivado las discusiones sobre los riesgos que enfrentan las figuras políticas en México. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el 45% de las mujeres en el país ha sufrido algún tipo de acoso en las calles.
Clase política nacional emite posturas sobre el acoso a Sheinbaum
En el Congreso, la coordinadora de Movimiento Ciudadano, Ivonne Ortega, exigió un combate efectivo contra la impunidad en casos de violencia de género.
“Lo que se necesita Presidenta, es acabar con la impunidad a los agresores, estén o no en el poder”, declaró, recordando casos recientes de expresiones y conductas sexistas dentro del ámbito político.
“¿En qué país vivimos? ¿Cómo no se les va a acosar a las mujeres todos los días si hasta a la Presidenta le faltan al respeto?”, cuestionó.
La legisladora no dejó pasar que, Ricardo Monreal, coordinador de Morena, «tomando de la mano a las diputadas Gabriela Jiménez y Jessica Saiden, entre carcajadas diciéndoles batichicas. Sin dejar de nombrar a Cuauhtémoc Blanco, siendo protegido ante las denuncias de abuso sexual».
Por su parte, la jefa de Gobierno capitalina, Clara Brugada, afirmó que el agresor fue detenido por la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) y que se procederá conforme a la ley.
“Nuestra presidenta tiene derecho de caminar libremente por las calles de su ciudad”, escribió en redes sociales, además de expresar que “si tocan a la presidenta, nos tocan a todas”.
Desde Morelos, la gobernadora Margarita González Saravia manifestó su “total rechazo” al acoso sufrido por Sheinbaum. “Ninguna mujer debe sentir miedo al caminar ni ser vulnerada en su libertad, movilidad o dignidad. En Morelos alzamos la voz: ni una mujer acosada en las calles ni en ningún espacio”, señaló.
La secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, también expresó su indignación: “Como mujer y secretaria de Gobernación, expreso mi indignación por el acoso sexual del que fue víctima nuestra Presidenta. Ninguna mujer debe vivir con miedo; todas tenemos derecho a caminar libres y seguras”.
Llamados a frenar la impunidad en caso de acoso
La diputada federal y ministra en retiro Olga Sánchez Cordero se sumó al rechazo: “Total y contundente rechazo al acto de acoso contra nuestra Presidenta”. Por su parte, la senadora Geovanna Bañuelos calificó la agresión como un “doloroso recordatorio de la violencia que enfrentan las mujeres”.
Activistas y periodistas también se pronunciaron. Olimpia Coral Melo, impulsora de la Ley Olimpia, consideró que el hombre “ya debería estar detenido” y lo describió como “un peligro para la Nación”. La periodista Sandra Romandía cuestionó la falta de reacción de los elementos de seguridad durante el incidente.
Lilia Aguilar Gil, diputada del PT, señaló que el hecho “deja en evidencia que aún nos enfrentamos a la violencia de género”. Para ella, “el respeto no es sólo a la investidura, sino a todas como mujeres”.
El episodio encendió nuevamente las alertas sobre la seguridad de la presidenta y, al mismo tiempo, evidenció un problema estructural que millones de mexicanas enfrentan a diario. Mientras tanto, las autoridades capitalinas confirmaron que se iniciaron las investigaciones correspondientes contra el agresor y que se aplicará el protocolo de atención a víctimas de violencia de género.
RB