Blue Origin realizó el pasado jueves uno de los vuelos más relevantes en su historia al completar el lanzamiento del cohete New Glenn en una misión de la NASA con destino a Marte y, además, recuperar su propulsor de forma controlada en el mar.
El avance coloca a la empresa de Jeff Bezos en un nuevo nivel dentro de la competencia privada por el acceso al espacio.
El despegue se efectuó a las 15:55 horas locales desde Cabo Cañaveral, Florida, después de dos aplazamientos provocados por mal clima terrestre y espacial.
ES DE INTERÉS Google destinará 40 mil millones de dólares a infraestructura de IA en Texas; ¿qué acciones realizará?
En la parte superior del vehículo viajaban dos sondas de la NASA para investigaciones interplanetarias.
“Este es un día histórico para Blue Origin”, declaró Ariane Cornell, vicepresidenta de la compañía, durante la transmisión en directo.
Minutos después del lanzamiento, el propulsor descendió y se posó sobre una plataforma marítima, lo que generó aplausos entre los equipos de control.
Hasta el momento, solo SpaceX había logrado recuperar un propulsor de un cohete de clase orbital.
Reacciones al éxito de Blue Origin
La maniobra atrajo comentarios positivos incluso desde la empresa rival. Jared Isaacman, colaborador cercano de Elon Musk, escribió en X:
“¡Caramba, fue fantástico!”, mientras que Jon Edwards, responsable de lanzamientos del Falcon, destacó que “Recuperar un cohete orbital es extremadamente difícil. ¡Bien hecho!”.
En la misma red social, Musk envió un mensaje breve en dirección a Jeff Bezos y su equipo: “¡Felicidades a Jeff Bezos y al equipo de Blue Origin!”.
El logro se produce en un contexto de rivalidad creciente entre ambas compañías, que desde principios de los años 2000 desarrollaron tecnologías de vuelo espacial reutilizable.
Blue Origin avanzó más lentamente que SpaceX durante dos décadas, en parte por un enfoque técnico conservador. El éxito de este lanzamiento podría modificar ese ritmo.
— Jeff Bezos (@JeffBezos) November 14, 2025
Camino hacia el programa Artemis
El vuelo inaugural de New Glenn en enero había permitido colocar su carga en órbita, pero el propulsor se perdió durante el descenso. La recuperación lograda ahora refuerza las aspiraciones de la empresa para competir por contratos estratégicos.
Bezos señaló su interés en acelerar lanzamientos y reducir costos a través de la reutilización. La NASA, por su parte, evalúa ajustar sus contratos dentro del programa Artemis, que prevé enviar nuevamente astronautas estadounidenses a la Luna.
En octubre, la agencia espacial planteó la posibilidad de prescindir de SpaceX en algunos módulos debido a retrasos, una decisión que abrió un nuevo espacio de competencia. Blue Origin desarrolla su propio módulo de alunizaje para una misión futura bajo el mismo programa.
RB
